El VALOR de la DISCIPLINA

Cabe destacar algo importante. Disciplina para entrenar versus disciplina para no entrenar. Es un APRENDIZAJE, implica experiencia en el entrenamiento, comunicación con el entrenador y madurez deportiva. Partiendo de ese estado, saber interpretar cuando es disciplina para entrenar y cuando para no entrenar. Por ejemplo, tener la capacidad de interpretar el estado de mi falta de motivación ¿Hace cuánto no estoy motivado? ¿Porqué? Comunicación con el entrenador.

• DISCIPLINA para ENTRENAR: Seguir la frecuencia, intensidad y duración de los entrenamientos. Respetar la previa, el durante y el post. Consciencia en el trabajo deportivo. Comunicación con el entrenador.
• DISCIPLINA para NO ENTRENAR: Tener hábitos y rutinas saludables, respetar el cuerpo, a uno mismo. Recuperar el cuerpo y la mente de los entrenamientos y prepararlo para los que vienen. Saber comunicarse con el entrenador, ante cambios en el entrenamiento.

En el entrenamiento avanzado o en etapas de la planificación con altas cargas de entrenamiento, saber cuando aplicar una u otra, es fundamental.  

Capacidad de pasar a la ACCIÓN aunque no tengamos MOTIVACIÓN

Son las 7.00 de la mañana, hay un clima muy frío, está oscuro, la cama calentita.
¿Es hora de ir a entrenar? Siento que no tengo ganas de ir... No solo eso... tampoco me siento motivado para ir, entonces... sin ganas por el frío y sin motivación. ¡Este es el momento clave!

Es en ese minuto en el que se aplica el valor de la DISCIPLINA. Son 3 segundos, NO escucho lo que siento y paso a la acción. Generé el primer cambio. Arranqué mi día con disciplina.  
Al ser considerado un recurso personal, con trabajo se desarrolla.

La disciplina puede estar vinculada a un fin, a obtener un bien personal.
La Disciplina NO es castigo, frustración, sufrimiento. Se NUTRE de determinación, madurez, estabilidad, firmeza.

No entrenar por tener disciplina en el trabajo, en la familia, con amigos. 

Es tener disciplina para la vida. La INTEGRIDAD en el deportista es fundamental.